LA LUNA Y TÚ

 

 

Meciendo estás tus sueños, ahuyentando la tristeza,
junto a la noche serena que la luna te vistió,
la miras tan apasionada y le dices con certeza,
que ese amor que se marchó, ha tenido su propósito.
 
A lo lejos te acompañan unos faroles encarnados,
que en la angustia de la noche esperan a la ilusión,
pasos turbios agigantados llegan pronto a tus recuerdos,
y en la estancia de tu sueño, duermen prestos en tu corazón.
 
Meces sueños e ilusiones en una tétrica mirada,
y la noche te acompaña bajo notas de una canción,
tratas de remediar tu canto, al llegar la alborada,
más tus penas te acongojan y le entregas tu pasión.
 
Pues la luna te va mirando y jugando a tu vaivén,
más tu corazón encendido, se apodera de la emoción,
y siento que tú te callas, mientras tus sueños se mecen,
y vas buscando aquella hoguera, para guardar tu pasión.
 
Es penosa tu espera, me angustia tu pálida mirada,
sigues meciendo tus penas y te veo salir de la bruma,
dime tu si sabes algo, dime que no estas ilusionada,
acaso el mar es tu hermana porque juegas con su espuma.
 
Luna amiga y compañera y enmudecida testigo,
de mis noches de vaivenes mirándote estoy junto al mar,
ahora él se ha marchado ya no está más a mi lado,
pero tú sigues saliendo pensando que va a volver.