lunes, 3 de abril de 2017

HE LLEGADO DEMASIADO TARDE




Es un día muy frío, no es un día con suerte,
camino muy lento, el viento me acompaña,
me susurra el silencio, los quejidos de la muerte,
diciéndome:- ve a visitar a tu madre - esta mañana.

Me apresuro entonces buscando el sosiego,
y veo mucha gente con el rostro en llanto,
no soporto la pena y un ave es mi testigo,
del dolor que encierra en ese camposanto.

Por fin he llegado al lugar donde te encuentras,
por más que ahora te hablo tú sigues allí callada,
pero una lápida fría me dice que allí estás,
esta tu cuerpo, pero tu alma en mi va anclada.

Madre, perdón te pido por lo ruin que fui,
por no darme el tiempo para escuchar tu canto,
hoy mis lágrimas podrán formar un oasis
pero ya no estás de que valdría mi llanto.

Madre cuanto daría por un minuto de tu vida,
para que estés a mi lado todos mis días,
fui un miserable, ahondé tu dolor y tu herida,
con tu partida se fueron mis alegrías.

Que más me queda ahora, seguir este camino,
sorteando espinas y buscándote con la mirada,
pero voy por el mundo madre como un peregrino,
pagando mis culpas con mi alma callada.

Recuerdo madre lo mucho que me has querido,
pues tu amor fue muy grande, yo un triste cobarde,
pero sé que tu cuerpo, en verdad ya lo he perdido,
y por más que llore…he llegado demasiado tarde.


No hay comentarios.: