miércoles, 27 de mayo de 2015

VOLVERÁ AQUEL DÍA




Impaciente me hallaba esperando tu llegada,

el tiempo transcurría y el sol me perturbaba,

porque querer volver a verte me desesperaba,

creí que no llegarías mi amante enamorada.

 

Más pronto vi tu figura que venía a buscarme,

y te levante la mano indicando mi existencia,

mi corazón entonces empezó a latirme,

y acelero su ritmo al sentir tu presencia.

 

Una mirada tierna sello tu bienvenida,

una sonrisa entonces, apago mi aburrimiento,

sentí en mi alma paz y gozo en tu mirada,

y acepte esperarte en ese gran momento.

 

Me dijiste luego, que la tarde es hermosa,

las aves se acercaban dejándonos su trino,

te apartaste luego y volviste como una diosa

trayendo en tu mirada la paz a un peregrino.

 

Como olvidar entonces de aquella bella noche,

cuando sentí tu cuerpo cubrir mi frágil sombra,

cogí tus manos y escuché tu lamento sin reproche

y hoy que estas lejos y mi corazón te nombra.

 

Volverá otra vez amor, aquel hermoso día,

tú me prometiste sobre mi humilde pecho,

acariciar conmigo los sueños de nuestra alegría,

y esperar la noche juntos en el mismo lecho.

 

Pero he vuelto de nuevo al lugar escondido,

que fue mudo testigo de todo nuestro amorío,

hoy te digo en verdad que a ti he preferido,

aunque no seas mía, quiero estar contigo.

 

Porque es el mismo dolor que ambos abrigamos

es la misma fe que está en nuestro camino,

tu amando a alguien que está por otros caminos,

y yo esperando la noche como buen peregrino.

 

Ya ves, el tiempo esperado y un amor a cuestas

un dolor que nos mata sin sentir congoja,

la tarde callada me dice que pronto volverás,

para sentir tu ternura en otra noche loca.

 19 abril 2011

 

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