jueves, 5 de septiembre de 2013

TE ESPERARE A LAS OCHO





Hoy también te esperaré en la noche

que llegues hacia mí con embeleso,

trayendo en tus manos el derroche,

de caricias, de ternura y de besos.

 

Te esperaré todas las noches a las ocho,

con un poco de frío quizás, pero con ansia

de morder tus dulces labios locamente,

y hacer de ti amor mi gran fantasía.

 

Pero no tardes en llegar que me desesperas,

la gente va y bien por la calle que tú vives,

me miran y dicen entre labios ¿a quién espera?

pero no saben la verdad que a ti espero.

 

Es solitaria la noche en que vivo,

cuando vienen los recuerdos a mi mente,

siento pena y al dolor lo esquivo,

pues te sigo esperando calmadamente.

 

Si tú supieras amor cuanto me angustias,

cuando llega la hora y tú no llegas,

pero al verte llegar, me lleno de alegría

y escucho decir- ¿a dónde vamos?

 

Por eso amor te seguiré esperando en la vida,

siempre a las ocho, solo guardando la esperanza,

de que llegues pronto a curar mi herida

porque después de la tempestad llega la bonanza.




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