martes, 29 de noviembre de 2016

HISTORIA DE AMOR EN EL PUERTO



HISTORIA DE AMOR EN EL PUERTO

Corrían los años 1977, el verano no era tan fuerte como el actual, los chicos escuchan el rock, la salsa, la cumbia también, no existía el perreo y aquellas músicas que no conducen a la diversión sana.
Me encontraba yo en la plaza Grau del callao, cumpliendo mi servicio y mientras la gente se acercaba a ver los buques y lanchas al muelle, mientras el heladero se acerca y te ofrece un helado de leche alguien a lo lejos me miraba fijamente como les explicaba al público los cuidados que debían tener al estar en el muelle.
Buenos días me dice una señorita que estaba acompañada de unas chicas, las que luego supe que eran sus hermanas Iris y Gladys, necesito saber cómo hago para pasear es esos botes me preguntan, lo cual les respondo que el valor del paseo era 2 soles y el tiempo era media hora, te ibas a conocer la Isla san Lorenzo y toda la bahía del Callao.
Me parece que el tiempo no era muy oportuno, pues me dijeron que no tenían tiempo y que tenían que regresar a su casa porque habían venido a inscribirse en la Marina para sacar su libreta Militar.
Le pregunte su nombre a la mayor, me llamo Gloria me dijo pero me llaman “muñeca” y tu cómo te llamas me preguntaron, muy cortésmente le di mi nombre, la conversación cada vez se hacía más importante, les pregunte donde vivían me contestaron que vivían en Ventanilla Satélite, a una distancia de 1 hora de viaje, en aquellos tiempos solo los buses de la empresa Ormeño hacían ese recorrido de Ventanilla-Callao.
Mientras las hermanas se apartaron  de Gloria con la intención de ver los peces de la rada interior, ella se quedó a conversar conmigo, me dijo que eran 7 hermanos, uno de ellos estaba en el ejército, y que siempre venia ella con su madre al mercado del Callao, esos tiempos yo vivía en el Callao junto a mi amigo Wilmer.
Yo le dije que si podíamos vernos este sábado en el mercado ella acepto mi pedido, el cual yo muy satisfecho salí en su llegada al mercado, las horas transcurrían ya eran más de las 9 de la mañana, me impacientaba y al momento le vi llegar con su madre, se acercó ella a mí y me dijo – hola Fico, ella es mi madre, yo muy atento le di la mano le salude y le dije que si les podía acompañar a comprar, ellas aceptaron, las compras venían cada vez más intensas pues ellas compraban para una semana, así fue, que ese día la conocí a su madre, tuvimos unos momentos que conversamos a solas y le dije que si podíamos vernos en algún sitio el cual ella me contesto que vaya a su casa y que allí podíamos vernos y estar conversando, lo cual al pensarlo le dije que iría y me dio su dirección, me dijo bajas en el paradero batanilla, calle 16 aquella vez no fui.
Volvimos a vernos el siguiente sábado ella vino ya con su hermana Iris, era menor que ella, fuimos  a tomar un café con chicharrón a un stand de los chinos, muy sabroso, y así pude de nuevo pedirle si podía venir en la tarde al Callao, ella acepto y me dijo a las 3 me esperas en la Plaza frente a la fábrica Pilsen Callao.
Llego la hora, ella estaba muy linda, se sonrojaba siempre me nos encontrábamos, no creía lo que estaba viviendo, hasta que ese día le robe un beso frente a la bahía del Callao, le dije me gustas, eres linda, puedes ser mi enamorada, lo cual ella acepto, la tarde se nos pasó muy rápidamente y ella tuce que regresar a su casa, quedamos vernos el siguiente sábado en el mercado o que vaya a su casa a verla en las tardes pues por allí vivían muchos marinos.
El siguiente sábado llego y yo no pude ir me toco servicio y no estaba en mis planes hacer esa guardia, pues la secuencia bajo por necesidad del servicio y no tuve la oportunidad de decirle a Gloria.
Estuve muy apenado ese día de servicio, mis ojos parecían divisarlo en la noche, pero solo era alucinaciones que se acabó al llegar el día.
Desde aquel sábado no volví a encontrarme con ella, no supe si dejaron de venir a hacer sus compras, si venían quizás los domingos, no supe nada de ella.
Me parecía muy lejos ir a verla, a pesar que tenía la dirección de ella, pero busque lo fácil, tenía un compañero de trabajo que vivía por allí y le di la dirección y le dije que lo verificara si esa dirección era exacta, lo cual pasaron los días y este muchacho me dice, amigo te han engañado, esa dirección no existe y fue el acabose de mi sentimiento, maldije las horas que perdí..
Queriendo olvidar esta ilusión me toco vacaciones y viaje a Chimbote a ver a mis padres, era volver al barrio, ver los amigos, las amigas que se quedaron y talvez el amor que yo perdí por el simple hecho de ser pobre.
Los días pasaron hasta que me encontré con la hermana de una amiga, ella se llama Alejandra, era mayor que yo y nos volvimos a ver después de muchos años quizás 5 o menos pero ella seguía hermosa siempre a mi madre le decía suegra, y aquella vez le pregunte si le seguía diciendo y ella me contesto me gustaría decirlo pero no es posible y le dije y porque, me contesto tu amas a Consuelo le dije no, ya se terminó esa ilusión a entonces a Dorina, le dije soy pobre a su familia le gusta la gente de plata, y ella se enmudeció y fue allí que le cogí el rostro y le dije porque callas, te hice daño le dije, lo cual ella me respondió cogiéndome el rostro y besándome locamente y yo al sentir sus labios me enloquecí y empecé a besarla que el cuerpo se me estremecía, ella mirándome me dijo hazme tuya Fico, le dije espera, no es tiempo dejemos que el tiempo decida y ella acepto.
Empecé un amorío con ella, Gloria había pasado al recuerdo. Era el año 1978, yo ya me había recibido en la Marina, empecé una nueva vida, la familia de mi amiga Liliana Torres me hicieron mi fiesta de ascenso, fue muy linda, era 28 de julio aquel día, no pude viajar a Chimbote como había prometido a Alejandra, lo que motivo que ella viajara a Lima en Agosto y así fue que ella llego a mi habitación en Comas, fue una sorpresa muy linda, fueron días interminables, pero como todo tiene su fin ella tuvo que regresar a Chimbote.
Ahora Chimbote era mi meta, estar junto a ella, o ella estar junto a mí, ella viajaba a Lima cuando yo no podía ir, era maravilloso, pero pasaron cosas que no les puedo escribir y tuve que dejarla, aunque después de los años volvimos, fue mejor quizás pero no se pudo continuar.
Ya las cosas de amor se iban desapareciendo de mí, los días pasaban y las ilusiones volvían muy pronto, pero el amor estaba en Chimbote Consuelo era mi esperanza, yo le ame mucho pero ella jugo con ese amor, yo seguía mi vida hasta que conocí a la que hoy es mi esposa.
Una tarde mientras yo regresa del trabajo a mi casa, en el ómnibus del Callao a Lima, eran los que iban a Valdivieso, unos celeste, en la avenida Colonial subió una chica que al subir y verme me sonrió, yo estaba con el uniforme de marina, pensé que el uniforme era imán o amuleto, yo giraba la cabeza hacia ella y me sonreía, yo iba de pie, ella también nos separaban unos cuantas personas las cuales ellas una a una se iban bajando hasta encontrarnos cara a cara, se acercó más a mí, yo tenía la mano en el pasamano del bus, lo cual ella puso su mano sobre la mía, la mire, la sonreí y pensé que era una amiga de mi esposa, esta mujer ya lo había olvidado pero ella no, y cansada de mirarme y yo sin decirle nada, ella me hablo y me dijo – hola, soy Gloria, no te acuerdas de mi- mi cuerpo se estremeció de emoción, no podía creer, está más bella, los años habían pasado pero en provecho de ella.


Le dije deja yo pago tu pasaje, lo cual accedió y me dijo bajamos en Camana, yo voy a estudiar Alta Costura, lo le dije bajo también aunque ya me había pasado 3 paraderos, bajamos y no me pude contener en plena calle La Colmena la abrace y la besé sin decirle nada, solo al despedirse de mi me dijo vuelve por mi salgo a las 6 de la tarde.
Yo volví ese día, ella ya me esperaba en la puerta del Instituto, caminamos y fuimos a la plaza San Martin, su padre tenía una peluquería en Camana, y ella esperaba a su padre para que vuelvan juntos, estuvimos unos minutos y le dije que paso, porque no volviste al mercado lo cual ella me dijo, volví muchos sábados pero nunca te halle, me puse triste un instante, le reclame le dije tu dirección no existe, ella me dijo nunca fuiste siempre te espere, en verdad nunca fui, la dirección si existía, mi amigo me engaño, que tal… mi amigo Gordillo.
Este amor nació y volvió en mí, yo ya era casado, tenía una hija, ahora como decirle a ella que no podía ser, pasaron los días y casi nos veíamos interdiario pues así era el horario de estudios , después de unas semanas ella me llevo a su casa una noche, me quede allí a dormir, pero dormí solo, ella era soltera, los padres me estimaban mucho porque ella y sus hermanas habían hablado muy bien de mí, la familia me dijo que era la segunda oportunidad y que no debía desperdiciarla, lo cual con mi cabeza decía que no era posible, amaba a mi hija,

Una noche le dije a Gloria, yo tengo una hija, me dijo no importa yo le crio, le dije no, ella vive con su madre, no puede ser, me decía hazme tuya Fico, no seas cobarde, le dije por favor no me pidas eso te haría daño, porque nunca seré para ti, ella empezó a sufrir, salíamos siempre pero el miedo estaba en mí, pasaron los años creo que fueron como 3 y eso termino, deje de ir a verla, esos tiempos no había celulares y perdí la comunicación, hoy solo sé que es amante de un policía y tiene 2 hijos, ya no la recuerdo mucho, pero el amor en el puerto del Callao, siempre fue hermoso.

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