Hoy no fue como todos los días,
amaneció muy fría y hasta
lloviendo,
las horas pasaban también las
alegrías,
porque te hallabas al cielo
volando.
Recuerdo el murmullo de tu canto,
de que amaste solo una vez,
hoy mis ojos se visten de llanto,
porque la muerte acabo con tu
vejez
Luchaste hasta el final sin
conseguirlo,
queriendo aferrarte a la vida,
pero tu enfermedad no era
pues al partir has dejado una
herida.
Me enseñaste a ser perseverante,
sin importar las malas
circunstancias,
nos dejas el consuelo de un
caminante,
que vivió en la tierra dejando
alegrías
Hoy puedo decirte adiós amigo mío,
aunque no escuchare tu canto ni
tu sinfonía,
porque sangrará el corazón de
esta suerte impía,
y hoy dejarás de sufrir tu triste
agonía.
14/04/1936 08/09/2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario