lunes, 2 de marzo de 2015

MI GRAN DOLOR


He desgarrado el aire con mis manos,
y he dejado caer sobre tu delicado cuerpo,
 toda la fuerza escondida de mi enojo,
por no comprender lo mucho que te amaba.

Muchas veces te dije sin medida,
que a tu amor yo nunca engañaría,
pero tú sin ver que me causabas herida,
seguías creyendo que todo era falsía.

Fue esa noche, quizás la última noche,
que vi brotar lágrimas en tus ojos,
porque no crees en mi amor, no lo reproches,
ya no sufras de todos tus enojos.

Que dolor tan grande de lo sucedido,
que me atormenta el alma haberte ofendido,
pero el hombre es bestia con sentido,
que actúa sin temor cuando se ve perdido.

Yo quisiera sanar todas tus heridas,
con besos de amor que deseo darte,
porque eres la mujer de todos mis días,
ya que nunca podré dejar de amarte.

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