Silencio…ella duerme…no ha muerto,
es la voz lastimera de un amante,
que perdió a su amada en un noche
y aún no consigue entenderlo.
Ha muerto…se escucha en los pasillos,
de un tétrico hospital lleno de frio,
y el joven con las manos en los bolsillos
a solas llora y sufre su martirio.
Fue su amor de infancia y de su ocaso,
que acabo su vida y sus sueños,
ahora ya no está, es un fracaso,
que tendrá que llevarlo con los años.
Ni una mano amiga se ha acercado,
para consolarlo el dolor de aquel amante,
sufre, calla, mira al cielo juntando las manos,
y reposa en la noche su amante muerta.
Qué pena y que dolor es esa escena,
dejar morir a quien tanto amor le seducía,
porque Dios mío te llevaste a tu lado,
aquel amor que su fe y su alegría..
No hay comentarios.:
Publicar un comentario