MUJER DEL TRAJE NEGRO

Hoy de nuevo mujer te he visto hermosa,
con tu traje negro tirado al viento,
estabas linda tan bella como una rosa,
de las que llevo hoy en mi pensamiento.
 
El aire dibujaba tu figura grandiosa,
tu espalda, el sol alegre la contemplaba,
eres de carne y hueso, eres una diosa,
dime quien sueña contigo en tu almohada.
 
Tu belleza engalana tu hermosura,
y te convierte en una mujer airosa,
tienes en tus manos toda la ternura,
tienes en tus labios el aroma de una rosa.
 
Por eso dime ahora quien tiene tu sueño,
quien perturba tus noches en la soledad,
dime hoy si tu corazón ya tiene dueño,
pues yo ando buscando la felicidad.
 
¡Oh!, mujer hermosa, de aquel traje negro,
de esa tarde aquella en que te pude hallar,
con todos tus encantos me volviste ciego,
y hoy el corazón mío te empezó a amar.
 
Sé que es imposible amarte y todo está perdido,
pero son mis versos de amor solo para ti,
son versos del alma que estaban escondidos,
que vivían prendidos muy dentro de mí.
 
Estabas muy hermosa y no quiero recordarte,
míos no son tus besos, ni tu alegre caminar,
mujer del traje negro tendré que olvidarte,
porque es imposible que me puedas amar.