Vienes a mí callada,
trayendo entre tus manos,
a devolver mi corazón
cansado de tanto amar,
me dices que fue en
vano caminar por esos caminos,
y que el amor de
antes nos volverá hacer llorar.
Yo solo te esperaba
que tarde o temprano,
vengas tú a mí
trayendo mi pobre corazón,
mi vida no he
cambiado tengo alma de gitano,
pero ya que has
venido te pido mi perdón.
No debí en ti fijarme
ni menos enamorarme,
pues tus años vividos
no te enseñaron a madurar,
fuiste una flor que se
acabó con la tarde y debo irme,
porque mi alma se
aleja por no poderte amar.
Qué más puedo pedirte
si todo lo has matado,
mis sueños ya se
fueron con los años vividos,
mi amor cual alborada
seguirá en mi prendido,
y cuando ya no esté sabrás
lo que has perdido.
No te culpo de nada,
culpable fue el destino,
la noche aun callada
siguen siendo testigo,
que te deje
abandonada por buscar otro camino,
más yo sin entenderlo
busque solo ser tu amigo.
Gracias por haberme
amado, gracias pues de verdad,
no hay nada ya que
nos una, señalaste tu infortunio,
te ame con todo mi
alma, te ame con sinceridad,
pero todo de se acabó
en aquella tarde de junio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario