Viniste a mi
mundo desojando esperanza,
porque en
cada beso me trajiste la muerte,
buscaba en tu
pecho una ligera bonanza,
para empezar
de nuevo una nueva suerte.
Te amé sin
medida más no lo comprendiste,
te di mi alma
herida como un consuelo,
hoy ya nos
estas, pues ya me perdiste,
hoy sin tu
amor, vivo en un gran duelo.
Dime donde
estas, que ya no te siento,
dime que
vendrás algún día amor divino
pues está tu
amor en mi pensamiento,
como la sombra
de un peregrino.
No tengo las
fuerzas, las que tú tienes,
a la muerte
le llamo en mi sufrimiento,
no sé lo que
siento cuando tú no vienes,
no puedo vivir
porque estás en mi pensamiento.
Te llamo y no
respondes a mi llamada,
y no me queda
otra cosa más que morir,
tengo el alma
rasgada y también cansada,
por ti amor,
por ti ya no puedo vivir.
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