Llegue una
tarde de un día,
trayendo
sobre mi cuerpo,
los nervios
hecho de punta,
y con las
manos atadas,
¡saben Uds.
porqué,
yo se los voy
a decir!
Las alfombra
de rosas tendida,
me hicieron
saltar muchas veces,
espinas de
temor al miedo,
que hoy ya no
siento ese dolor,
¡saben Uds.
porqué,
yo se los voy
a decir!
Qué largo fue
el trabalenguas,
que hasta me
mordí la lengua,
las tardes
pasaban lenta,
pero sí
podíamos,
¡saben Uds.
porqué,
yo se los voy
a decir!
Qué bueno,
que bueno, ya tengo valor,
mis manos no
están atadas,
la batalla la
voy ganando,
¡saben Uds.
porqué,
pues conocí
al Instructor
que me enseño
a triunfar.
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