jueves, 11 de mayo de 2017

ESA ERES TÚ A NORMA EPQUIN

He pedido al cielo que me dé una vida,
en que pueda yo vivir siempre a tu lado,
tu calmaste mi tempestad, curaste mi herida,
cuando decían que amar era un pecado.

Muchas tardes en silencio te quedaste,
cuando me viste partir con otro rumbo,
muchas veces me dijiste que me amaste,
y caminando iba de tumbo en tumbo.

Nunca pude darte gracias por lo que hiciste,
porque llenaste mi pasión de amor y calma
por nuestro hogar, los por hijos que me diste,
por el néctar de tus besos de tu alma.

Esa eres tú mujer quizás la incomprendida,
la de noches de insomnio y de alerta,
eres por mi corazón la mujer querida,
la que día a día me abre una nueva puerta.

Cuantas noches en silencio has llorado,
por una pena o un dolor que has sentido,
es hora que te pida perdón, pues he pecado,
pero no olvides que a ti he preferido.

La vida te ha llenado de experiencia,
y nuestros hijos hoy te dan felicidad,
eres un libro abierto, eres la ciencia,
que busca cada día la prosperidad.

Nadie sabe que tú eres inagotable,
que luchas día a día contra la adversidad,
eres una mujer sabia e inigualable,
la que siempre va buscando mi felicidad.

Esa eres tú mujer la que un día,
me ofreció su cariño y su ternura,
la que me lleno de besos con alegría,

y que me sigue amando con tanta dulzura.


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