miércoles, 10 de mayo de 2017

PARA SIEMPRE MIA



Fue al llegar la tarde de un día,
cuando me propuse en llamarte,
quería que supieras que te quería
y que nunca debí  dejarte.

El recuerdo de tu amor en mí perdura,
aunque hoy ese amor nos llene de dolores,
busquemos a esa pena su ternura
y olvidemos todos los sinsabores.

Te acuerdas de aquellas noches de locura,
cuando llegabas tú a mí muy perfumada,
hoy me dices que todo aquello es amargura
y siento más dolor en tu mirada.

Me dices que quisieras renunciar a todo ello,
que tienes el alma dolida y fatigada,
te digo que en el amor todo no es bello,
que es llorar y sufrir y extrañar de madrugada.

Por eso te pido amor que tú no llores,
pues peores cosas hallaremos en este sendero,
te diré el porqué de tus dolores,
porque aún no crees en este amor verdadero.

No sientes acaso mi temblorosa mano,
cuando te coge fuerte antes de mi partida,
si el dolor llegó, no ha llegado envano,
eso hará más fuerte nuestro amor en esta vida.

Deja de sufrir, deja el llanto,
porque te adoro y te amo vida mía,
te quiero amor, te quiero no sabes cuanto
porque eres mi dolor, mi llanto y mi alegría.

Por eso déjame decirte entonces…
¡que te adoro! ¡que te amo con tanta idolatría!,
ven, acércate a mí, como si fueses
mía, muy mía! ¡para siempre mía!.




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