sábado, 27 de julio de 2019

AQUEL DÍA




Hay que reconocer que todo se terminó,
nuestro amor de aquel día, muy poco duró,
hay que darnos un adiós y tomar otro camino,
respirando un gran sosiego y también un aire puro

Me dejaste aquel día sentado, en aquel sillón,
y hoy me andas buscando, para darte el perdón,
tú desde aquel día, saliste ya de mi corazón,
no te puedo perdonar, porque no hallo razón.

Nuestras noches se callaron al llegar nuestros besos,
los dos mirando el mar, buscando aquel alivio,
yo no te pude dejar, mis labios estuvieron presos,
y en esa noche de amor, yo nunca sentí el frio.

Pero ya todo terminó, culpable no lo busquemos,
se acabó aquel amor, como se acaba la tarde,
tú te quedaste allí y yo luego partí muy lejos,
y que hoy al recordarlo, todo mi cuerpo arde.

Yo sé que algún día, volveré de nuevo a verte,
tú iras con él, arrastrando quizás a un niño,
yo cambiare de acera, tan solo para no verte,
quizás sufrirás al verme, mirando tú a ese niño.

Ya todo se terminó, remedio no pudimos encontrar,
tú estás amando a él y yo me encuentro perdido,
yo no sé lo que voy hacer, si buscar a quien amar,
aunque ya no quisiera hacerlo, porque estoy arrepentido.

Recordarás tu tal vez, que fuiste mi alegría,
más no podrás olvidar, aquella noche conmigo,
solo nos queda el recuerdo del adiós de aquel día,
y de aquella habitación que fue nuestro  testigo.

viernes, 19 de julio de 2019

BENDITA SOLEDAD







Vives en mi pensamiento buscando la felicidad,
de un frívolo amor, de un amor del pasado,
de esos amores que más duelen en la soledad,
de ese amor que se marchó una tarde al ocaso.

Y me siento tan solo cual ave mensajera,
que va por los mares cruzando el horizonte,
teniendo a la soledad como compañera,
en una tarde triste de un sol poniente.

Soledad, amiga de mis días, mi compañera,
porque en mi alcoba has formado hoy tu nido,
porque has dejado tus huellas de quimera,
porque me has elegido como tu preferido.

Es mejor que te marches, mi dolor es muy fuerte,
pero tú has permitido que yo viva así,
mis sueños se fueron, dejándome esta suerte,
creyendo que algún día volverían por mí.

Y así muchas tardes yo busco la armonía,
mi soledad amiga, tierna, fiel y sincera,
vives en mi tristeza, no encuentras alegría.
porque entre mis sueños, ya vivo otra quimera.

Soledad, compañera del necesitado,
mensajera de Dios en duras penas,
sufro por amor porque yo lo he deseado,
y no dejes que mis ojos viertan aún sus lágrimas.

Dime  tú que sientes con mi gran dolor,
tú que al lado mío, buscas la felicidad,
eres triste y eres fría, pero hoy eres mi amor,
nunca me abandones por favor, bendita soledad.