Hoy sufro
en silencio tu amor y tu desprecio,
esta vez dices que no puedes amarme,
aunque guardé la esperanza como necio,
que siempre contigo podría quedarme.
Tus palabras sensuales, mi cuerpo estremecen,
te
hablo en silencio queriendo hacerte
mía,
me dices: «puede ser, pues el sol siempre amanece,
y
cualquier de estos días mi amor te entregaría».
Por eso cada día en ti sigo pensando,
deseando que amanezca
el día para amarte,
callan mis palabras al despertar soñando,
te juro, amor mío, que no puedo olvidarte.
Te llamo y tu voz enciende mi pasión,
esta vez dices que no puedes amarme,
aunque guardé la esperanza como necio,
que siempre contigo podría quedarme.
Tus palabras sensuales, mi cuerpo estremecen,
me dices: «puede ser, pues el sol siempre amanece,
Por eso cada día en ti sigo pensando,
callan mis palabras al despertar soñando,
te juro, amor mío, que no puedo olvidarte.
Te llamo y tu voz enciende mi pasión,
escucho tu súplica, diciéndome que espere,
que llegará el día
que me darás
tu corazón,
y que, por amor, hasta ahora, nadie
muere.
Tú sabes que te amo, que eres mi ilusión,
no te tengo a mi lado, pero guardo tus besos,
escucho en mis oídos de amor una canción,
te sigo esperando, enviando a Dios mis rezos.
«Seré tuya», me dices, solo tienes que esperar,
el amor llegará pronto y lo vas a sentir,
nunca te podré olvidar, déjame en ti pensar,
pues el tiempo fue injusto y no lo quiero repetir.
Tú sabes que te amo, que eres mi ilusión,
no te tengo a mi lado, pero guardo tus besos,
escucho en mis oídos de amor una canción,
te sigo esperando, enviando a Dios mis rezos.
«Seré tuya», me dices, solo tienes que esperar,
el amor llegará pronto y lo vas a sentir,
nunca te podré olvidar, déjame en ti pensar,
pues el tiempo fue injusto y no lo quiero repetir.
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