y como siempre estás allí esperándome,
te extiendo la mano y no me dejas de mirar,
Jesús Nazareno, Señor del Calvario, perdóname,
Como puedo decirte que estoy cansado,
si tú sigues por años allí crucificado,
cómo decirte que el frío me ha azotado,
sí tu cuerpo sangra aún por mi pecado.
Como decir tengo sed, si sigues agotado,
sí María tu madre, continua aun llorando,
Señor, aún sigue sangrando tu costado,
y el mundo que dejaste lo estamos matando.
Como decir que tengo los pies cansados,
si los tuyos siguen clavados a un madero,
tu padre Jehová te envió por mis pecados,
y cada día en mi andar tu gloria espero.
Hoy te sigo, Señor, que eres mi camino,
porque tú eres la verdad Padre bendito,
eres el único Dios, Jesús el peregrino,
eres el amo y Señor de todo el infinito.
Tú
eres amor, bendición, ilusión y plegaria,
sigues
en el Gólgota sufriendo injustamente,
tu
padre te envío a este mundo en forma voluntaria,
Jesús
Nazareno, ten misericordia de la gente.