Es tarde de verano y me lleno de nostalgia,
pues me hallo en el muelle de un ancho litoral,
y te veo serpenteante, ¡oh! nave de mi alegría,
que ingresas entre bulla de banda y de coral.
Me quedo yo muy tranquilo y viene a mí el recuerdo,
de aquellos viejos años que contigo compartí,
de sollados y cubiertas que en ellos se quedó,
mi alma de marinero que por años te ofrecí.
Las olas y la brisa mi alma endurecieron,
y en el puerto la alegría lo pude siempre encontrar,
mucha bonanza se hallaba en las cantinas,
plazas y malecones te esperaban para amar.
Hoy he visto como antes, ondularse tu pabellón,
más el pueblo te recuerda cuando te ve llegar,
todos se emocionan y les palpita el corazón,
porque el marino, en cada puerto tiene un hogar.
Pero como entenderlo todo, si te veo hoy partir,
los amigos desde cubierta despidiéndose están,
y me quedo solitario queriendo también huir,
el muelle está callado, los marinos vienen y van.
Tus máquinas han dejado una estela en este mar,
ayer fuiste mi alegría, pues tenía que ser así,
hoy te ha tocado partir, sin saber cuándo volver,
pero la vida en la mar es para quedarse allí.
Adiós nave bravía, tu partir me entristece,
están en otros puertos esperando tu llegada,
los años que yo viví en mi mente permanece,
siempre te esperaré que llegues en alborada.
Marinero de ayer, siempre será un marinero,
pues la diana, ni del rancho, hoy lo puedes olvidar
el mar te hizo fuerte, Neptuno tu fiel compañero,
deja la soledad, los recuerdos y échate a navegar.
pues me hallo en el muelle de un ancho litoral,
y te veo serpenteante, ¡oh! nave de mi alegría,
que ingresas entre bulla de banda y de coral.
de aquellos viejos años que contigo compartí,
de sollados y cubiertas que en ellos se quedó,
mi alma de marinero que por años te ofrecí.
y en el puerto la alegría lo pude siempre encontrar,
mucha bonanza se hallaba en las cantinas,
plazas y malecones te esperaban para amar.
más el pueblo te recuerda cuando te ve llegar,
todos se emocionan y les palpita el corazón,
porque el marino, en cada puerto tiene un hogar.
los amigos desde cubierta despidiéndose están,
y me quedo solitario queriendo también huir,
el muelle está callado, los marinos vienen y van.
ayer fuiste mi alegría, pues tenía que ser así,
hoy te ha tocado partir, sin saber cuándo volver,
pero la vida en la mar es para quedarse allí.
están en otros puertos esperando tu llegada,
los años que yo viví en mi mente permanece,
siempre te esperaré que llegues en alborada.
pues la diana, ni del rancho, hoy lo puedes olvidar
el mar te hizo fuerte, Neptuno tu fiel compañero,
deja la soledad, los recuerdos y échate a navegar.
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