Amanece pronto como quien diría,
sin ti la noche es corta y largo el día,
pero ya no estás, tus ojos se cerraron,
dejo de palpitar tu amante corazón.
Recuerdo hoy las tardes de invierno plomizas,
que con tanto embeleso a mí tú venias,
tus cabellos serpenteando sobre tus hombros,
tus labios ansiosos mi boca buscabas.
Hoy solo me queda el retrato tuyo,
las noches tan tiernas que no volverán,
mi mente te añora y busco el refugio,
en aquellas tardes que ya no están.
Hoy de verde se cubre tu nueva morada,
el silencio llega y el miedo también,
dicen que me llamas tan acongojada,
y tu llanto aparece como un vaivén.
Si cierro mis ojos, llegas de repente,
y traes en tus manos la flor del perdón,
te sonrió luego como un demente,
y te metes muy dentro de mi corazón.
Ay…amor de sueños, donde te has metido,
te fuiste tan lejos que no te puedo hallar,
mis ojos te llaman porque tú has sido
el amor sublime que me enseño amar.
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