Para Ana Sánchez Muñoz
Hay
una mujer cansada y la mirada perdida,
sentada sola pero con su biblia en la mano,
elevando sus oraciones con el alma herida,
por aquel hijo que hoy no podrá llegar temprano.
Hay
una mujer con tez arrugada por el viento,
con los cabellos canos por su conocimiento,
que lleva en su espalda su dolor y el sufrimiento,
por aquellos hijos que viven en su pensamiento.
Hay
una mujer con fuertes dolores en sus manos,
y con piernas que no le ayudan en su caminar,
pero allí va ella a cuestas con su noble sufrimiento,
con la fuerza de Dios ella tiene que continuar.
Hay
una mujer con un carácter pujante y fuerte,
que vive con el pasado y no le gusta el presente,
ella no teme al tiempo, ni tampoco a la muerte,
pero sus ojos llorando están por el hijo ausente.
Hay
una mujer que entrega todo por amor,
que vive cuidando su hogar, mirando su estrella
no conoce el cansancio pero soporta el dolor,
la ingratitud de un hijo que no estará con ella.
Hay
una mujer que sufre y vive de su tristeza,
que ya no tiene fuerzas pero oculta el dolor,
es la heroína de mis victorias con su nobleza,
ella es quien sufre y calla cuando le falta amor
Hay
una mujer que necesita de mis brazos,
como ayer necesité de sus manos y caricias,
más en mi caminar. yo voy siguiendo sus pasos,
pues a su lado aprendí a diferenciar los días.
Hay
una mujer, que daría su vida por mí,
aunque el sufrimiento su gran corazón taladre,
mis ojos dejan caer sus lágrimas por ti,
por ti mujer divina, porque tú eres mi Madre….
sentada sola pero con su biblia en la mano,
elevando sus oraciones con el alma herida,
por aquel hijo que hoy no podrá llegar temprano.
con los cabellos canos por su conocimiento,
que lleva en su espalda su dolor y el sufrimiento,
por aquellos hijos que viven en su pensamiento.
y con piernas que no le ayudan en su caminar,
pero allí va ella a cuestas con su noble sufrimiento,
con la fuerza de Dios ella tiene que continuar.
que vive con el pasado y no le gusta el presente,
ella no teme al tiempo, ni tampoco a la muerte,
pero sus ojos llorando están por el hijo ausente.
que vive cuidando su hogar, mirando su estrella
no conoce el cansancio pero soporta el dolor,
la ingratitud de un hijo que no estará con ella.
que ya no tiene fuerzas pero oculta el dolor,
es la heroína de mis victorias con su nobleza,
ella es quien sufre y calla cuando le falta amor
como ayer necesité de sus manos y caricias,
más en mi caminar. yo voy siguiendo sus pasos,
pues a su lado aprendí a diferenciar los días.
aunque el sufrimiento su gran corazón taladre,
mis ojos dejan caer sus lágrimas por ti,
por ti mujer divina, porque tú eres mi Madre….
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