No es posible que este amor que tanto daño,
me ha causado y me causa todavía,
me resigno a sufrir el desengaño,
pues la vida es así una ironía.
No es posible decirte que eres mía,
porque entre tú y yo media un abismo,
tú eres la luz, el esplendor del día,
yo soy la oscuridad, soy el mutismo.
No es posible dañar lo que se hizo,
al compás de un amor y una promesa,
no quiero ser la hiel de lo que empieza,
ni ser la sierpe de tu paraíso.
Por eso de mi vida en los anales,
escribiré tu nombre con cuidado,
y al hacer de este amor los funerales,
lo guardaré en la fosa del pasado.
Solo el recuerdo que es la siempre viva,
y crece muy lozana en la memoria,
será la flor que ponga mientras viva,
en la marmórea losa de esta historia.
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