Hay
corazones que nacieron junto al hielo,
y que
allí hicieron su morada para siempre,
aquellos
corazones se nutrieron de ese frio,
por
eso aquellos corazones no sienten dolor.
Hay
corazones muy tiernos y amorosos,
que
llenan la soledad con una sonrisa,
te
dan una caricia y luego se alejan,
para
volver mañana con una ternura.
Pero
hay corazones que dan mucha pena,
que
aman y creen también ser amados,
pero
la vida es una y el camino es largo,
pero
hay corazones que no saben amar.
Dime
tú, qué corazón tienes, qué alma sostienes,
sí
amé sin medida porque no me quieres,
sí
te di mi encanto y mi sueño divino,
y que
mis sueños son solamente para ti.
Pero
qué hacer entonces con esos temores,
de
amar sin medida con mucha pasión,
solo
a Dios le pido ya no más dolores,
que
acabe con aquellos que no saben amar.
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