Madre,
muchas veces la fe la tuve perdida,
porque
nunca mi ideal lo vi realizado,
y
salí a buscarlo en esta triste vida
pero
nada, nada fue encontrado.
La
vida está llena de pena y de asombros
surqué
el mar, en una nueva nave,
los
rayos del sol curtieron mis hombros
y
no encontré nada y Dios lo sabe.
Entonces
mis labios me enseñaron a maldecir,
y
paso a paso agrande mi camino,
el
ave cantaba queriéndome decir,
descansa
ya, angustiado peregrino.
Tú
no sabes Madre el daño que me hicieron,
y
me siguen haciendo todavía,
los
justos me ignoraron, los malos me escupieron,
a
tanto daño, perdónales Madre mía.
Hoy
tu hijo te espera en tu alcoba oscura
para
escuchar tu canto y tu arrullo,
ya
no quiero vivir más otra aventura.
ven
Madre mía, y llena mi orgullo.
Ya
no calles por favor, pues entre tus manos
traes
el calor para mis noches frías,
no
todos los hombres somos hermanos
solo
tú Madre me llenas de alegrías.
Salve
Oh Dios por mi Madre muerta,
salve
oh Dios, más fuerte este grito,
solo
Dios sabe de mi suerte incierta
solo
tú Madre desde Allá del Infinito.
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