Hoy
lejos tú de mí, yo sin destino,
pido
a Dios que me dé la fe perdida,
que
enrumbe de nuevo mi camino,
porque
te fuiste lejos, mujer querida.
Todavía
tu canto susurra en mis oídos,
y
a los lejos escucho oír tu frágil voz,
fueron
tiempos mejores, hoy ya se han ido,
me
quedé con mis penas y también con mi cruz.
Por
eso tiemblo ahora al recordarlo,
que
una vez bebí en esos tus labios,
el
dulce néctar que pude saborearlo,
pero
te fuiste pronto y hoy estas muy lejos.
Sigo
pensando que algún día volverás,
por
eso guardo aún tu juguete preferido,
si
vuelves pronto, sé que aún lo hallarás
latiendo
aquel corazón que por ti ha sufrido.
Escucho
aquel canto de amor de cada día,
cual
alondra que canta en su tibio nido,
ese
canto de amor siempre será mi alegría.
pero
vivo con mis penas, desde que te has ido.
Me
quedé con mis penas en silencio llorando,
y
espero la humedecida tarde para poder regresar,
hacia
aquel malecón frío para seguir esperando,
el
retorno de aquella ave, que me supo amar.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario