Se
aproxima el alba matutina,
y
me apena dejarte noche mía,
tú
que eres mi dulce y tierna compañera,
te
voy a dejar para vivir otro día.
Te
esperaré de nuevo con el pecho abierto,
tráeme
tus ilusiones y tus penas,
que
esta noche será larga cual desierto,
o
triste como el canto de mis quenas.
Pero
si has de venir noche sincera,
no
te olvides del amor que te he encargado,
tu
sabes que la amo y es la primera,
que
mis labios ardientes han besado.
Pero
no tardes en llegar, eres hermosa
noche
melodiosa, fresca y estrellada,
tú
eres mi sueño, la más preciosa,
eres
mi encanto ¡oh noche amada!
Por
eso vuelve mi alma te espera,
estaré
sentado al borde del camino,
esperándote
para hacer una quimera,
o
para acompañar su viaje al peregrino.
Pero
si has de llegar por favor no tardes,
que
el día será corto, la noche es la esperada,
mi
cuerpo se impacienta, mi pecho está que arde,
porque
sé que has de venir trayendo a mi amada.
¡Ay!
noche misteriosa - ¡ay! noche de sosiego,
tus
hijas han salido en busca de la mar,
vuelve
noche hermana del pobre y del labriego,
vuelve
tú ahora, que es hora de amar.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario