QUIÉN ES AQUEL HOMBRE

                                                                               

A Juan Mendo Romero
 
Quién es aquel hombre de la mirada triste,
que va por la vida sembrando esperanzas,
quién es aquel hombre que el dolor resiste,
con tesón, ternura, sin conocer la venganza.
 
Quién es aquel hombre de la callosa mano,
de mirada profunda y con corazón tierno,
¿es acaso un roble, un acero?, ¡no!, es humano,
él es hombre de carne y hueso, no es eterno.
 
Quién es aquel hombre que sueña con el mañana,
y que siempre te va llevando dentro del pecho,
quién es aquel, que observa el sol por la ventana,
y sonríe a la vida cuando se siente satisfecho.
 
Quién es aquel hombre que, con su tez curtida,
por el duro frío de aquel inmenso mar,
pues maneja sus redes sangrando la herida,
nos da una alegría enseñándonos amar.
 
Quién es aquel hombre que ves cada día,
por donde tú vas va marcando tus pasos,
quién es aquel hombre que, con su melodía,
te va alegrando el día a pesar de sus fracasos.
 
Quién es aquel hombre, que calla su lamento,
que un día con amor su corazón unió al de mi madre,
quién es aquel hombre, que guarda mi sentimiento,
aquel hombre, señores, aquel hombre, es mi Padre.