sábado, 5 de mayo de 2012

NO DEBES LLORAR



Mañana cuando muera no quiero que tu llanto,
perturbe mi descanso que Dios me prometió,
eleva una plegaria o tal vez un canto,
por ese amor que pudo ser y no se dio.

Hoy sola y callada dirás que fui bueno,
que entre todo lo malo tuve un buen corazón,
que amé callado y casi en silencio,
viví mis últimos días buscando tu perdón.

No quiero que me lloren, que canten mil plegarias,
que el mundo me recuerdo entre cantos,
y el bullicio de la tarde perturbe el momento
y en vez de una lágrima eleva una plegaria.

Adiós amor, me voy sin tu mirada,
mi ruego no ha servido, mis lágrimas peor,
el sueño que ahora vivo será mi estocada,
como la tarde aquella que me dejaste de amar.

Adiós, que me llevo, tus recuerdos y mis penas,
mi canto a escondidas a ti te llegará,
pero lo que no quiero son aquellas lágrimas,
que derramas ahora y de nada servirá.


1 comentario:

Pastora dijo...

Bellísimo este poema, me emocionaste, gracias.