viernes, 20 de agosto de 2010

AQUELLA VENTANA






Como siempre y cada mañana
tras vidrios opacos y fierros verdosos,
una linda dama desde su ventana,
a su tierno amante le llena de besos

Es un amor tierno pero prohibido,
que pocos conocen tan linda pasión,
porque los que amaron nunca han vivido
viven pero tienen muerto el corazón.

Y desde su ventana de vidrios opacos,
de fierros corroídos por la brisa,
una bella dama abre su lindos ojos
porque su amante va cruzando aprisa.

El siempre sencillo y sin demostrarlo,
le sonríe a medias y un beso le envía,
ella calla entonces y quisiera abrazarlo,
pero es amor prohibido, pero es su alegría.

Y esa mujer tierna que desde su ventana,
a su tierno amante el adiós le daba,
murió tan sola, junto a su almohada,
llamando entre dientes al ser que amaba.

Y aquella ventana que cuanto amor irradiaba,
hoy se encuentra cerrada con gran sentimiento,
el amante cruza la calle buscando a su amada,
pero ya es tarde, solo está en el pensamiento.

Ha pasado el tiempo y esos vidrios verdosos
de aquella ventana que amor escondía,
esa linda dama de ondulantes cabellos
está su rostro transparente cada día.

Pero te fuiste lejos amor de mi vida,
donde mis pasos llegar no podrían,
te llevaste todo, dejaste la herida,
mis ojos te buscan, mis labios no olvidan.

Hoy vive sola y triste aquella ventana,
y el viejo amante recuerda por siempre
el adiós sincero de cada mañana,
y cada mañana llora como hombre.

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