Hoy te entrego
mi amor, mujer desconocida,
pero acógelo y haz con él lo que tú quieras,
que duerma en tu corazón mi injusta herida,
y que al despertar mil besos tú me dieras.
Entrégame abrigo y ternura en tu regazo,
y si alguna vez mi voz desconsolada
te llame a gritos, amor no me hagas caso,
déjame llorar por favor no digas nada.
Pues mi llanto es todo por un amor sufrido,
que una vez amé sin miedo y sin medida,
que ande buscándote y por fin has llegado,
y aun sin conocerte, hoy tú eres la elegida.
A llegado el arrullo de tu voz a mi oído,
y muriendo estoy con la sed de conocerte,
no quiero morir sin haberte poseído,
y gracias te doy mujer extraña y fuerte.
Hoy siento tus labios, besar mi frente,
y me llegan tus susurros y tu gemido,
siento tu seno en mi pecho suavemente,
pero me doy cuenta que estoy dormido.
Perdóname amor si te digo estas cosas,
pues todo lo que siento es amor por ti,
colocaré en el desierto un jardín de rosas,
que florezcan tan solo, tan solo para ti.
Hoy creo en el amor, pues eres mi esperanza,
morir quería pues mi dolor me hizo tan cobarde,
hoy comprendo que no vale nada la venganza,
por eso, ven amor por favor... ¡no llegues tarde!
pero acógelo y haz con él lo que tú quieras,
que duerma en tu corazón mi injusta herida,
y que al despertar mil besos tú me dieras.
Entrégame abrigo y ternura en tu regazo,
y si alguna vez mi voz desconsolada
te llame a gritos, amor no me hagas caso,
déjame llorar por favor no digas nada.
Pues mi llanto es todo por un amor sufrido,
que una vez amé sin miedo y sin medida,
que ande buscándote y por fin has llegado,
y aun sin conocerte, hoy tú eres la elegida.
A llegado el arrullo de tu voz a mi oído,
y muriendo estoy con la sed de conocerte,
no quiero morir sin haberte poseído,
y gracias te doy mujer extraña y fuerte.
Hoy siento tus labios, besar mi frente,
y me llegan tus susurros y tu gemido,
siento tu seno en mi pecho suavemente,
pero me doy cuenta que estoy dormido.
Perdóname amor si te digo estas cosas,
pues todo lo que siento es amor por ti,
colocaré en el desierto un jardín de rosas,
que florezcan tan solo, tan solo para ti.
Hoy creo en el amor, pues eres mi esperanza,
morir quería pues mi dolor me hizo tan cobarde,
hoy comprendo que no vale nada la venganza,
por eso, ven amor por favor... ¡no llegues tarde!
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