miércoles, 3 de septiembre de 2008

TRISTE PARTIDA

Voy caminando por la vereda angosta de la vida
dejando huellas para poder retornar
porque allá en mi partida, quedose mi alegría
la hija de mi vida, mi madre y mi hogar.

Y sigo pues mi rumbo llevándolo presente
aquellos corazones que por mí van latiendo,
se ofusca pues mi mente por aquel ausente
la hija de mi vida; mi madre y mi hogar.

El cielo se torna claro cuando las recuerdo
cuándo pienso en ellos, mi corazón se agita
es que siento también de su presencia
la hija de mi vida; mi madre y mi hogar.

Y así pasan los días y no sé cuando volver
pasa el día presto, la noche en un minuto
y la angustia de tenerla se agiganta
a la hija de mi vida; mi madre y mi hogar.

Volveré tras mis pasos de ayer en mi partida
y por esa vereda angosta que nos da la vida
volveré a tenerla muy junto a mi lado
a la hija de mi vida; mi madre y mi hogar.

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