Cuantas noches Señor, en mí ha pasado,
que no he podido conciliarme con el sueño,
son las penas de amor que han acabado
y que han hecho en mi corazón su dueño.
Cuantas noches Señor, cansado y abatido,
he pensado en la mujer que amé un día,
y muchos golpes mi corazón ha consentido
como aquellas veces que cuando su amor me ofrecía.
Cuantas noches Señor, viví en calma,
creyendo que el amor a mí regresaría,
pero esa mujer Señor, robo mi alma
sin entender que por su amor moría.
Cuantas veces Señor, en la noche serena,
quise verter en ti mi paz y mi sosiego,
que sufra yo Señor, ella fue buena,
convirtiéndome ahora en un mendigo.
Cuantas noches Señor, iras conmigo,
buscando en cada de ellas la dulzura,
cuantas noches señor, serás mi amigo,
que pueda confiar en tu ternura.
Cuantas noches Señor, he decidido
terminar con mi negra existencia,
pero creyendo en ti he comprendido
que todo se puede con paciencia.
Cuantas veces Señor, miré el ocaso,
y un ave retornando a su nido,
más ella se marcho y no hizo caso,
hazla que regrese Señor, yo te lo pido.
Cuantas noches Señor, con que firmeza,
decidí a plenitud dejar de amar,
pero juré ante tu altar con entereza,
que me dejes esta noche meditar.
Ya cuantas noches Señor, han transcurrido,
que imploré mi plegaria a ti Creador,
son muchas noches, que no he querido
pensar en las noches, que me faltan Señor.
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