Tengo miedo al
pensar en mi partida,
porque muy sola te
volverás a quedar,
porque al dejarte
te causaré herida,
y también mis ojos no cesaran de llorar.
Fueron tantas
noches que compartí contigo,
también la misma
luna y el malecón sombrío,
mirando
estrellas, charlando como tu amigo,
y otras tardes muy
juntos muriéndonos de frío.
En las calles de
este puerto querido,
junto a tu
puerta, mis pasos quedarán,
y en aquella
playa lugar tan preferido,
todos nuestros
recuerdos se guardarán.
Ya no habrán
noches alegres para mí,
y tal vez las
olas borraran todas mis huellas,
partiré a otro
puerto sobre este mar sin ti,
sólo en alta mar junto
con las estrellas.
Pero antes de
partir por favor mi rezo escucha,
pues llevo mi
alma henchida de toda tu pasión,
porque tu noble
corazón estará en mi lucha
unido a la esperanza
buscando la razón..
Pero no temas por
piedad yo te lo pido,
no temas ni al
tiempo ni a la soledad,
tú sabes que eres
la mujer que he preferido
llevarte en mi
corazón hasta la eternidad.
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