lunes, 8 de mayo de 2017

MAÑANA DE AMOR


Era lunes, era Junio y era una mañana fría,
apenas se vislumbraba a lo lejos el gentío,
esperándola yo, pensando si llegaría,
y llego y yo muriéndome de frío.

Lo nuestro debe acabar y de alguna manera,
ya no quiero verte, no me esperes – me decías-
y calmándote dejé que mis labios te besara,
y vi en tus ojos unos rayos de alegría.

Veté, mejor así, me harías menos daño,
y al tener tus manos entre mis manos temblaban,
por miedo, por amor, por algo extraño,
porque querías que sea el último día de la vida.

Quédate hoy conmigo me dijiste,
dejando caer a tu rostro una lágrima,
estaré hoy contigo, pues me lo pediste
y estaré siempre contigo, mientras tenga mi alma.

Y pensando en lo nuestro, en nuestra alegría,
por tu felicidad, nos vimos luego envuelto entre sábanas,
aquel hogar seguro, hogar lejano, se quedó un día,
perdido en el silencio de las frías lágrimas.

Por eso hoy al despedirte, entrégame la mejor suerte
te dejo mi amor, pues robé tu cuerpo sin medida,
y para que no sufras tú prefiero mejor la muerte
aunque ese día lunes sea nuestra despedida.


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