Hoy
tengo entre mis manos algo tuyo,
algo
tuyo que es una promesa de amor,
no
es aquella rosa cual capullo,
se
secó por el frío y por el dolor.
Tengo
entre mis manos tu sortija,
llena
de calor que vivió entre tus dedos,
la
llevo entre mis manos cual testigo,
del
amor que tuvimos cierto día.
Esa
sortija tuya de corazón de oro,
que
retiñe en mis oídos con ternura,
la
llevo entre mis dedos cual tesoro,
que
lo he ganado de tu alma pura.
Hoy
que lejos estas y no me abrigas,
siento
el calor de la promesa de aquel día,
guardada
está tu amor mientras tu vivas
vuelve
pronto para vivir de nuevo en alegría.
A
esta sortija tuya no le llegará el olvido,
de
nuestra ilusión o nuestro amor sincero,
esa
sortija de amor será nuestro recuerdo,
porque
siempre estaré en ti como el primero.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario