Muchas veces en el trajín de la vida,
nos viste de dulzura y de amor,
y otras veces nos causa herida
cual rosal que mantiene espinas y flor.
El amor que ambicioné, fue
un eterno amor,
fue un gran amor intenso que nunca olvido,
el amor en mí ha llegado cansado y con dolor,
con sinceridad a ella yo la he amado.
Porque fue una tarde de
Julio no olvido,
cuando un beso mío, robó ese amor,
un amor que a veces no le he comprendido
pero sobre todo la amo con candor.
Muchas noches estrellas testigos,
contemplaron a pleno nuestra felicidad,
y mis ojos altivos buscando caricias
descansaron en sueño una eternidad.
Y como hay días tan
nobles, de no mencionarlo,
hay noches también que son todo amor,
y como ese jueves no podré olvidarlo
porque fuiste mía, mi tierno primor.
Era noche fría como
muchas noches,
que hasta el mar llegamos buscando la paz,
el viento soplaba, reventaban las olas,
y un faro apenas nos daba su luz.
Te cogí del brazo sin
yo entenderlo,
y caminamos juntos sin mirar atrás,
porque un beso tuyo no quise tenerlo
me contuvo a todo por siempre jamás.
Y una cama fría, fue
nuestro abrigo,
tu con mucho miedo te entregaste a mí,
y yo en tu pecho te seguí besando
hasta que me dijiste – quiero ser de ti –
Esa noche mía, quedara
en tu vida
como una estrella en la oscuridad,
porque esa noche fuiste para siempre mía
y lo serás siempre, una eternidad.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario