Ana María
Te quise ayer, te quise hoy, y te querré toda la vida,
porque en mi corazón vives, te lo ratifico con versos
nacidos de mi alma y de un corazón que te ama,
porque en cada momento estás tú.
Fico
Naciste de la esperanza con ansias e ilusiones,
tan rápido lo conseguiste que hoy sufro tu ausencia,
nuestros versos se han juntado igual que los corazones
aunque estamos tan distantes guardo yo la paciencia
Ana María
Volví a verte, e hiciste un revuelo en mis emociones,
hoy llego a la conclusión del amor que siente mi corazón,
¿Cuándo apareces a poner brillo a mi estrella?,
y a encender esa pasión que lo tenía apagada.
Fico
Solo te pido aguante, sin que sufra tu corazón,
tu estrella está brillando cuál lucero de la noche,
déjame decirte te amo que no cambie esta sensación,
porque puedo llegar en el día o quizás a medianoche.
Ana María
Permite que tu tiempo siempre me regale unos segundos,
donde yo pueda ser la única mujer que te abrace,
en tus largas horas de viajes, que no nos aleje la distancia,
y más bien que los kilómetros nos acerquen más y más.
Fico
Mi tiempo siempre será tuyo, porque tuyo son mis besos,
tú siempre estás en mis viajes llenándome de encanto,
y voy recordando siempre todos nuestros sucesos,
pues en tu amor me sostengo y a veces me gana el llanto.
Autores:
Ana María Mercado Espinoza (Nicaragua)
Federico Mendo Sánchez (Perú)
Te quise ayer, te quise hoy, y te querré toda la vida,
porque en mi corazón vives, te lo ratifico con versos
nacidos de mi alma y de un corazón que te ama,
porque en cada momento estás tú.
Naciste de la esperanza con ansias e ilusiones,
tan rápido lo conseguiste que hoy sufro tu ausencia,
nuestros versos se han juntado igual que los corazones
aunque estamos tan distantes guardo yo la paciencia
Volví a verte, e hiciste un revuelo en mis emociones,
hoy llego a la conclusión del amor que siente mi corazón,
¿Cuándo apareces a poner brillo a mi estrella?,
y a encender esa pasión que lo tenía apagada.
Solo te pido aguante, sin que sufra tu corazón,
tu estrella está brillando cuál lucero de la noche,
déjame decirte te amo que no cambie esta sensación,
porque puedo llegar en el día o quizás a medianoche.
Permite que tu tiempo siempre me regale unos segundos,
donde yo pueda ser la única mujer que te abrace,
en tus largas horas de viajes, que no nos aleje la distancia,
y más bien que los kilómetros nos acerquen más y más.
Mi tiempo siempre será tuyo, porque tuyo son mis besos,
tú siempre estás en mis viajes llenándome de encanto,
y voy recordando siempre todos nuestros sucesos,
pues en tu amor me sostengo y a veces me gana el llanto.
Ana María Mercado Espinoza (Nicaragua)
Federico Mendo Sánchez (Perú)
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