He amado
mucho hasta el cansancio,
y he sentido el dolor en mi pecho,
pues ese amor de ayer y su bullicio,
hoy no están, se fueron de mi lecho.
Quizás se
cansaron de mis peticiones,
que cada día les hacía en sus mañanas,
antes de partir en busca de ilusiones,
les pedía que guarden todas sus lágrimas.
Pues quién
nunca ha llorado por amor,
no ha sentido en verdad el amor sincero,
porque amar también es sufrir, es dolor,
amar es ser el último o tal vez el primero.
Pero
dichoso aquel que vive enamorado,
y que ese amor lo comparte día a día,
¡ay!, aquel que se sintió desilusionado,
y mataron una tarde toda su alegría.
Es bueno
darle descanso al corazón,
secarle sus lágrimas ya derramadas,
quien sufrió por amor tiene el perdón,
aunque lleve en su alma, espinas clavadas.
y he sentido el dolor en mi pecho,
pues ese amor de ayer y su bullicio,
hoy no están, se fueron de mi lecho.
que cada día les hacía en sus mañanas,
antes de partir en busca de ilusiones,
les pedía que guarden todas sus lágrimas.
no ha sentido en verdad el amor sincero,
porque amar también es sufrir, es dolor,
amar es ser el último o tal vez el primero.
y que ese amor lo comparte día a día,
¡ay!, aquel que se sintió desilusionado,
y mataron una tarde toda su alegría.
secarle sus lágrimas ya derramadas,
quien sufrió por amor tiene el perdón,
aunque lleve en su alma, espinas clavadas.
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