sábado, 7 de mayo de 2011

LOS OJOS DE MI MADRE




Hay unos ojos que no puedo recordarlo,

pues desde niño me robaron su mirada,

dicen que eran alegres como la alborada,

por eso es que ahora, no ceso de buscarlo.

 

Aquellos ojos que de mí se apartaron,

al amanecer el día cuando yo nací,

aquellos ojos tiernos, bellos cual rubí,

ya no me abrigan, muy solo me dejaron.

 

Ojos benditos de mi madre amada,

de aquella mujer que nunca conocí,

ha muerto me dicen, pues sin ella crecí,

¡oh madre divina, sin ti no soy nada!

 

Me dejaste solo en este firmamento,

aunque otros dicen, que algún día volverá,

los ojos de mi madre, mi guía siempre será,

en este camino de mi largo sufrimiento.

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