viernes, 28 de octubre de 1983

A TI ROBERTO COLLANTES

Una mañana en que mi mano muy tranquila,
versos de amor escribía temblorosa
a mi alma llegó el dolor que le solloza,
pues enterada está de tu muerte desastrosa.

Cerraron ya tus ojos que aún tenías abiertos,
fue el destino cruel que te segó la vida,
eras muy joven, aún lleno de aciertos,
pero no verte hoy es una herida.

Eras un muchacho que entonabas
a la vida una canción, hoy no cantas más,
ha nacido una flor sobre tu tumba
y aunque muerto hoy estás, por siempre vivirás.

He de hacer un salmo para ti todos los días,
cargado con el fardo de tristes pensamientos,
te acabaste....... cuando nadie lo creía.
llevando en tus recuerdos los frescos sufrimientos.

El luto de la ropa de los amigos y deudos,
el cortejo formando va compañero inigualable,
te fuiste al cielo al llamado de Dios,
y aunque muerto hoy estás, por siempre vivirás en el recuerdo.



Lima, 28 Octubre 1983.

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