jueves, 25 de agosto de 2016

UN ADIÓS SIN OLVIDAR





Recuerdo aquella tarde, como te estremecías,
pues llegaba ya el momento de mi triste partida,
la tarde nos acariciaba con besos y caricias,
más mi corazón sangraba por una nueva herida.

Quizás no debí amarte, quizás me confundiste,
mis besos te abrigaban y tú seguías prendida,
te amo, no te vayas, escuche que me dijiste,
más mi nave y su sirena apuraban mi partida.

Mi cuello presurosa muy pronto tú cogiste,
cerraste tú mi paso y no supe que hacer,
las aves en su vuelo repetían lo que dijiste,
te amo, no te vayas, no sé qué voy hacer.

Quisiera olvidar todo, te dije en un instante,
mirándote a los ojos baje yo la mirada,
no puedo yo llevarte ya vives en mi mente,
te amo tu lo sientes mujer enamorada.

Hay noches que el sueño no puedo encontrar,
me viene tu figura y tú forma de besar,
la mar está en silencio y me pongo a meditar,
tu imagen me recuerda y no te puedo olvidar.

Diciéndote adiós yo tuve pronto que partir,
quizás tú  llegues  a olvidar toda esta pasión,
me dices que me amas y no me dejas ir,
yo tengo que marcharme, no hallo otra razón.


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