EL BESO DEL ADIÓS

En nuestra vida, Dios nos señaló aquel día
en qué te conociera para amarnos con delirio,
pero también nos indicó que vivamos en alegría,
sin saber que de un tiempo acá sufriría un martirio.
 
Ahora vivo recordando aquel precioso amor,
no tengo alivio y ella vive en mi pensamiento,
sufro mucho al hacerlo y también tengo dolor,
tan solo por amarla con todo mi sentimiento.
 
Cuando en mis noches me encuentro en silencio,
pienso en todas aquellas que vivimos en sonrisa,
que uníamos nuestros labios hasta hacerlo un vicio,
pero llego el beso del adiós y fue muy deprisa.
 
Yo sentía mucho frío y tú, en silencio, llorabas;
mis manos apretabas tratando no dejarlas,
y al colmarte con besos, dejé caer mis lágrimas,
era el beso del adiós y ya no habría más charlas.
 
Ahora el cielo se puso gris y yo algo distante,
pues tú ya no estás... muy lejos has partido,
te recuerdo con amor, por eso vives en mi mente,
nuestro beso del adiós fue muy triste y conmovido.