viernes, 11 de marzo de 2011

UN DOLOR COMPARTIDO




Recuerdo una vez conocí una mujer buena,
que al pasar el tiempo se me olvido su nombre,
iba callada quizás ocultando una pena,
o recordando tal vez, el amor de algún hombre.
 
Hola, ¿cómo estás? - le dije simplemente,
y como si no existiese no me dijo nada,
entonces pensé muy pronto y atentamente,
dije: esta mujer está muy decepcionada.
 
Y como iba yo por el mismo camino,
seguí tras sus pasos hasta alcanzarla,
y mirándola le dije: ¿cuál es tu destino?,
¿buscas felicidad?, ¿quieres encontrarla?

Más ella mirándome casi asombrada,
me dijo: yo sufro, porque soy humana,
porque tengo corazón y estuve enamorada,
porque le amé con fe y con toda mi alma.

Porque cierto día le entregué mi vida,
sin tener el miedo que ahora voy sintiendo,
por eso voy buscando como curar mi herida,
porque he perdido todo y me estoy muriendo.

Si me ves llorando lo hago de alegría,
porque todavía habita en mí una esperanza,
has llegado como un confidente en este día,
por eso a ti hoy te entrego toda mi confianza.

Por eso hoy quisiera cerrar ya la puerta,
vivir con mis penas que me causo ese amor,
sanar mi herida que aún la tengo abierta,
y olvidarme siempre de ese gran dolor.

Yo sé que entiendes por qué amaste un día,
así también yo amé sin saber a quién amaba,
fue toda mi dicha, también fue mi alegría,
hoy mis ojos lloraban mientras le recordaba.

Lo sé buena amiga, yo sé lo que es sufrir,
y en esta pena de amor yo estoy contigo,
hoy la vida quiere que volvamos a vivir,
porque sufriendo estoy el mismo castigo.


1 comentario:

Plantita dijo...

me encantaaa..!!!
waooo..!!!
me gusta un monton... de veras me ha hecho latir el alma y el corazon.
Muy bueno... muy bueno