miércoles, 17 de diciembre de 2008

¡OH VIRGEN MARIA!

En el corto tiempo que me dio el destino
para poder vivir de él una aventura
encontré una mujer en el camino
que me ofreció su amor con una dulzura

Me entregó su amor sin ignorarlo
que mi débil cuerpo sin corazón vivía
porque una vez amé, no puedo amarlo,
pero en sus ojos vi que amor existía.

Me encontraba triste, ella comprendía.
ya que en mi rostro la pena vestía,
yo te haré feliz, te daré mi juventud... decía
más no comprenderlo mi alma quería.

Y seguí mi rumbo olvidando aquello
que fue tan fugaz como un sueño
que al despertar me dije: ... fue tan bello
y fue sólo un sueño y tú su dueño.

Entonces sigo y nace en mi vista
una bella dama de una faz muy clara
entonces mi alma a la lucha se alza
y mi fe en mi Dios, mi suerte implora

Se detiene y pregunta que haces en la vida
que te agobia, que dolor arrastra tus penas
voy buscando... contestó... quien cubra mi herida
pues tengo el pecho hecho mil retazos

No tengo corazón, muy joven la he perdido
amé una mujer creyendo ser amado
la entregué todo y así me ha castigado
dejándome en el mundo triste y mal parado

Yo te ofrezco amor, me dijo, te doy mi vida,
te doy los años de tiempos malgastados,
te brindo mi ternura, lavaré tu herida
y cuando te despiertes estarán sanas.

Más yo sin comprenderlo, no era vencido
ya otro amor igual que ella ya no hallaría
yo no sé en que mundo se habrá escondido
si ella volviera que feliz me haría.

Por eso tú que amas, Oh Virgen María
acude en mi ayuda, quitadme el dolor
y tú que estas lejos mi buena madre mía
yo no le he olvidado, dile a nuestro buen Señor.

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