Hay noches en que paso en ti solo pensando,
recuerdo aquellos días en que ya no volverán,
que amarte tanto y tanto de nada me ha servido,
pues hallaste a otra y hoy ocupa mi lugar.
Es una pena de amor pero tengo que decirlo,
que te amé muy joven con todo el corazón,
le dije al destino porque tuve que hacerlo,
si él nunca me ha amado y no lo hallo razón,
Mis noches, ya no son las mismas de antes,
y las tardes las veo muy rápidas pasar,
ahora vives en amores como buenos amantes,
y el amor tuyo yo lo tengo que mendigar.
Pero si el destino así lo ha querido,
y la suerte impía así me tuvo que castigar,
perdón le pido a Dios por haberte elegido,
perdón le pido a Dios por no saber olvidar.
Tu amor sigue prendido dentro de mi sentimiento,
todavía tus besos me queman mis entrañas,
te miro desde lejos y dejo un suspiro al viento,
pidiendo que tú vuelvas abrigar mis mañanas.
Dime en que fracase amor de mis ensueños,
que mal hice yo, para darme este castigo,
hoy los que sufren junto a mí son los niños,
no olvides que eres su ángel y eres mi amigo.
Amor, amor que ya te fuiste con esa idolatría,
dejando tu hogar tirado en aquel infortunio,
quieres hacer nueva vida o cambiar esta historia,
puedes hacerlo ya, pues es grande el sacrificio.
Nadie te amará como lo vengo haciendo,
ni te dirán las cosas con tanto sentimiento,
pero pasa la noche y siento que te voy perdiendo,
porque ya no estas presente en mi pensamiento.
El amor termina cuando llega el olvido,
cuando dejaste a solas mi corazón dolido,
me levantaré mañana y tú ya habrás partido,
con esa mujerzuela que tú has elegido.
No te diré hasta luego, ni te diré adiós,
las aves vuelven otra vez a buscar
abrigo,
no espero tu regreso y confío siempre en Dios,
que no vuelva de nuevo a tropezar contigo.
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