Desde mi ventana, todas las mañanas,
veo tu presencia cruzar por mi morada,
y a mi memoria me viene tantas ganas,
de recordar las noches mujer enamorada.
Fueron tantas noches llenas de placer,
las que abrigamos en tu fría alcoba,
desde mi ventana te he visto yo crecer,
mujer de mi antaño, amor de aquel pasado.
Hoy aquella luna que fue nuestro testigo,
cuando en nuestras noches llegabas a mí,
esta noche me habla como un amigo,
y desde mi ventana le pregunto por ti.
Desde mi ventana solo y en silencio,
transcurren los días pero ya sin ti,
en la calle apenas escucho el bullicio,
y digo muy lento ella vive aún en mí.
Pero quien pudiera remediarlo todo,
si perdí la esperanza de volverte a ver,
te marchaste una noche llevándote todo,
hoy junto a mi ventana te quisiera tener.
Pero todo esto para mí es un sacrificio,
yo te sigo esperando al llegar la mañana,
yo sé que tu amor para mí es un suplicio,
pero te sigo recordando desde mi ventana.
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