No sabes cuánto sufro ahora por tu
ausencia,
y el dolor que siente día a día mi
corazón,
te extraño esta tarde y en la noche
tu presencia,
pero te aseguro que no encontrarás
el perdón.
Me fuiste infiel en el pasado y en
el presente,
y creí en tus palabras sin mala
intención,
dijiste que me amabas, cuando estuve
ausente,
vanas palabras y hoy vienes a pedirme
perdón.
Cuantas noches abrigamos esas sábanas
frías,
y cuantas tardes junto al amar me dijiste
no te dejaré,
te marchaste luego llevándote todas mis
alegrías,
y hoy vuelves a decir de nuevo – yo
siempre te amé-
Hoy quiero preguntarme si tu amor
fue verdadero,
o quizás fue un sueño mío en un loco
frenesí,
no quiero que te olvides que yo fui
el primero,
que robé aquellos besos de tus
labios carmesí.
Qué triste es mi suerte, el haberte conocido,
y hundir la misma almohada en noches
de pasión,
hoy dices muy contenta que fui tu
preferido,
y vienes a pedirme que te dé yo el
perdón.
Las palmeras de antaño, ya fueron
retiradas,
solo el silencio habita en aquel triste
rincón,
recuerdo aquellas noches de fugaces
miradas,
también recuerdo aquella en que te
di mi corazón.
Por eso es mejor que calles, me
haces mucho daño,
quédate en silencio y así nunca te
olvidaré,
pasaran los días, las noches y tal
vez otro año,
tú nunca me amaste, por eso, no te
perdonaré.
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