¡Oh, divino Señor! aquí estoy siempre,
delante de ti elevando mis cánticos,
toma mi vida mi Señor, a ti te pertenece,
toma mis oraciones y también mis salmos.
No hay nadie más poderoso que tú,
junto a ti encontré la verdadera felicidad,
ven con tu reino ¡oh mi buen Señor!
necesito vivir a tu lado una eternidad.
No dejes que el mundo siga perdido,
aunque pocos te alabamos oh mi Señor,
eres fuerte y generoso Señor divino,
eres grande y poderoso Dios de amor.
Cada día a ti elevo mi alabanza,
con la fe de encontrarnos algún día,
ha dejado mis labios su añoranza,
porque eres Dios de amor, mi alegría.
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