Cuando tú te vayas lejos de mi lado,
y no encuentres abrigo a tu corazón,
yo estaré en algún lugar allí sentado,
esperando que llegues con mucha emoción.
En aquella banca como en antaño,
frente al mar azulino te supe esperar,
callado y en silencio aguardé como un niño,
que llegues trayendo a mi gran querer.
Mis manos ansiosas buscan tu apariencia,
y cierro mis ojos para sentirte llegar,
extraño tus besos, pido tu presencia,
mi corazón sufre de tanto esperar.
Sé que tú no entiendes este gran cariño,
y que por las tardes esperándote estoy,
veo llegar la noche y también el frío,
y al ver que no llegas muy presto me voy.
Mi vida no entiende este vil sufrimiento,
este loco amorío que me toca vivir,
no puedo sacarte de mi pensamiento,
te sigo esperando, no me hagas sufrir.
Pero que es lo que quieres con mi débil alma,
todo te lo he dado con mucha pasión,
mis días son tristes, no encuentro la calma,
por tanto amarte sangrando está mi corazón.
En esa misma banca esperándote
seguiré sentado,
aunque la muerte me encuentre con mi soledad,
aquella banca del parque ya me ha aceptado,
morir algún día sobre ella por tanta orfandad.
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