Eres la mujer que yo
esperaba,
linda muchacha de tu piel
tostada,
inclinarme a tu pecho yo
quisiera,
amor, dulce amor, amor de
mis sueños.
Eres tierna igual que una
paloma,
eres la flor que en mi
pecho yo cultivo,
y la riego todos los días
con mis lágrimas,
para ver si creces solo
para mí.
Yo quisiera que tú seas mi
inspiración,
que tú seas la idea que
vive en mí,
que yo seré tu sostén, que
sea tu abrigo,
que yo sea el que tú, cada
día pienses.
Si la muerte algún día nos
separe,
te juro que yo no te
olvidaré,
porque sé que tú vives en
mí,
como vivo en ti porque nos
amamos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario