domingo, 21 de octubre de 2018

DESDE UN PRESIDIO





Cuando el sol quería ocultar sus rayos,
recibí una carta de una amigo de infancia,
que al romper el sobre, encontré una papel,
que escrito estaba y que así decía:

Quiera Dios que al recibir la presente,
te encuentres lleno de felicidad,
más yo aquí padeciendo en una prisión,
voy cumpliendo mi sentencia.

Sentencia que recibí en una noche,
y hoy lloro ahora al recordarlo,
loco por el licor salí a ella a buscarla,
a la que un día le día todo mi amor.

Pero horrible en verdad fue mi sorpresa,
al encontrar a mi amigo con aquella mujer,
le di un  golpe certero y le deje moribundo,
que culpa tuvo ella y ahora yo me arrepiento.

Veinte años me han condenado,
veinte años mirando al mar,
quizás muera yo en esta isla,
pero ya no se puede remediar.

Sin nada más que decirte,
quiero ahora despedirme,
pero algo quiero pedirte,
que vengas por favor a visitarme.

Eres tu mi amigo fiel, acá aun no lo encuentro,
no te olvides de decirle a mi madre,
lo mucho que yo la quiero y que la extraño,
y que no llore el día que yo muera.

24/7/1974



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